"El razonamiento,
como la Razón, como la Dialéctica, progresan, en efecto,
por una marcha en tres tiempos. No hay tercero excluído en el orden
de los conocimientos que sobrepasan en cada fase de su problemática
la contradicción que ha hipotecado cada uno de sus descubrimientos."
Henri Ey.
LOS PENSADORES
GRIEGOS : DE FILOSOFOS Y MEDICOS
La Medicina
y la Filosofía mantienen una relación dialéctica,
un diálogo permanente, interminable, fecundo y fecundante, en el
que ambas se enriquecen mutuamente, desde el momento mismo de su nacimiento,
el del siglo V antes de Cristo, el del paso del mito al logos, el del milagro
griego, el tiempo eje de la historia como lo bautizó Karl Jaspers,
médico psiquiatra y después filósofo (como también
lo fuera Henri Ey). Y el suelo histórico de esa doble hazaña,
como dijera Laín Entralgo es Jonia, en el límite mismo de
Oriente y Occidente, el archipiélago egeo que cantó Hölderlin.
Theodor
Gomperz (nota 1), analiza agudamente las influencias recíprocas
de la medicina y la filosofía en su magna obra "Pensadores Griegos",
cuya sección sobre "La época de las luces" se inicia precisamente
con "Los médicos". Y como para él, "lo realmente importante
está en el espíritu y en el método de la investigación",
desde un punto de vista metodológico filosófico, divide las
obras del Corpus Medicorum Graecorum en dos grandes grupos, más
o menos contemporáneos que revelan dos espíritus, dos mentalidades
opuestas en lucha dialéctica.
En el primer
grupo, del que toma como ejemplo paradigmático de ese espíritu
tres textos : "De la dieta" (o del Régimen), "De los músculos"
(o de las Carnes) y "Del número siete" (o de las Hebdómadas),
la filosofía es prioritaria, previa, y determina la concepción
médica, yendo de la idea al hecho, de la teoría a la praxis,
inspirada en Parménides y Heráclito, Empédocles y
Anaxágoras.
En el segundo
grupo, que es el que considera auténticamente científico,
auténticamente hipocrático, ejemplificado por "Sobre la Antigua
Medicina", "Aires, aguas y lugares" y "La Enfermedad Sagrada", se va de
la observación de los hechos a la reflexión teórica,
de la praxis al logos (que "el logos es la sombra de la praxis"
como afirmaba Demócrito).
De esta
dialéctica de los dos grupos de Gomperz, el filosófico-médico
y el médico-filosófico, podemos decir lo mismo que Henri
Ey nos dice de la dialéctica Knido y Kos, de ese ritmo mecano-dinamista
de la historia de la medicina, de ese perpetuo balanceo de las doctrinas
médicas, "que la medicina debe encontrar la línea de sus
progresos en el equilibrio de esas dos tendencias que son como los contrarios
que tiene por misión conciliar", en una auténtica síntesis
hegeliana : tesis, antítesis, síntesis.
UN ARTE
CONSCIENTE
Werner Jaeger
(nota
2) en su espléndido libro "Paideia. Los ideales de la cultura
griega", en el capítulo "La medicina griega considerada como paideia"
resalta el inmenso valor que los textos hipocráticos tuvieron para
la formación integral, la educación, la paideia de
esa pléyade de seres de excepción (los perittoí
que nombra Aristóteles en su problema XXX), que hicieron nacer la
civilización occidental. Textualmente:
"por vez primera la
ciencia médica, bajo la forma que entonces revestía, traspasa
los linderos de una simple profesión para convertirse en una fuerza
cultural de primer orden en la vida del pueblo griego"[...] "El médico
aparece aquí como representante de una cultura especial del más
alto refinamiento metódico y es, al propio tiempo, la encarnación
de una ética ejemplar por la proyección del saber sobre un
fin ético de carácter práctico, la cual, por tanto
se invoca constantemente para inspirar confianza en la finalidad creadora
del saber teórico".
Para determinar
si la filosofía fecundó a la teoría y a la praxis
médica, o si fueron éstas quienes indujeron una reflexión
intelectual a los filósofos, Jaeger sostiene que
"la medicina griega
sólo se convirtió en un arte consciente bajo la acción
de la filosofía jónica de la naturaleza". "La medicina jamás
habría llegado a convertirse en una ciencia sin las indagaciones
de los primeros filósofos jónicos de la naturaleza, que buscaban
una explicación natural de todos los fenómenos",
algo que Hipócrates
hizo brillantemente en el texto fundacional de la neuropsiquiatría,
la Enfermedad Sagrada,
"que no me parece de
ninguna manera más divina ni más sagrada que las otras enfermedades,
sino que lo mismo que todas ellas tienen un origen natural".
|
 |
Jaeger,
sin embargo, reconoce que las influencias entre ambas disciplinas fueron
mutuas y recíprocas, ya que "otros conceptos fundamentales no se
sabe si proceden de la filosofía de la naturaleza, o, si, por el
contrario, fueron tomados por ésta del pensamiento médico".
Recordemos que la filosofía de la naturaleza (physis) es
la de los presocráticos,
physikoí,
physiologoí,
vale decir Anaxímenes, Anaximandro, Heráclito, Diógenes
de Apolonia entre los jónicos, y Pitágoras, Alkmeón,
Zenón de Elea, Empédocles y Meliso entre los itálicos.
Lo que sí
"puede afirmarse sin exageración, sostiene Jaeger, es que la ciencia
ética de Sócrates, que ocupa el lugar central en los diálogos
de Platón, habría sido inconcebible sin el procedimiento
de la medicina [...] que es la ciencia más afin a la ciencia ética
de Sócrates", y como broche de oro, "que la medicina griega merece
ser tenida en cuenta como antecedente de la filosofía socrática,
platónica y aristotélica". En resumen : la filosofía
de la naturaleza, presocrática, fecunda a la reflexión teórica
de los médicos, y la praxis y el logos de éstos,
fecundarán a la filosofía desde Sócrates en adelante.
PLATON Y
LA MEDICINA HIPOCRATICA
Pero lo
que más deseo resaltar, a los efectos de este trabajo, es aquella
afirmación de Jaeger acerca de la influencia que la medicina hipocrática,
que el mismo Hipócrates específicamente, ejerció sobre
Platón: es la que se refiere, en el Fedro, al método médico,
que debe servir de modelo para una verdadera retórica científica;
"La descripción
tan precisa que Platón traza del método de Hipócrates
se destina exclusivamente a servir de modelo para la retórica y
su arte de tratar las almas".
Ese arte, esa
tekné de tratar las almas es la tekné psycagogia,
la psyqués therapeia de Sócrates,la cura de almas,
el discurso médico persuasivo (nota 3) . Porque
esa afirmación, que Platón pone en boca de Sócrates
en su más bello y profundo diálogo, el Fedro, de excepcional
importancia para los médicos y los psiquiatras, y que transcribiremos
inmediatamente, fundamenta y legitima nada menos que la dialéctica
como ciencia, técnica y arte de pensar, único método
de razonar para llegar a la verdad, y por extensión, a Hipócrates
como su creador (Platón, Fedro, 270 cd):
|
"Sócrates: Pero
la naturaleza del alma, piensas tú que sea posible concebirla de
una manera que valga la pena de ser mencionada, independientemente de la
naturaleza del todo?
Fedro: A fe mía,
si es a Hipócrates a quien hay que creer, él, que es un Asclepíada,
ni siquiera se puede
tratar del cuerpo sin
recurrir a este método.
Sócrates
: El tiene razón al decir eso, camarada. Es necesario sin embargo
recurrir a la razón y examinar si la voz de ésta suena de
acuerdo con sus dichos [...] Y bien, examina entonces lo que sobre la Naturaleza
pueden bien decir Hipócrates y la verdadera razón [alethés
logos]. ¿No es verdad que es de esta manera como se debe reflexionar
sobre la naturaleza de cualquier cosa?. En primer lugar ¿es simple
o bien multiforme el objeto sobre el cual queremos ser técnicos
nosotros mismos y capaces de hacer técnicos a otros?. En segundo
lugar, si es simple, examinar su capacidad, su poder [dynamin] que,
por naturaleza tiene de actuar, y en qué, y cuál otra de
padecer y por la acción de qué. Si por el contrario, comporta
una pluralidad de formas, tras haberlas enumerado, ver en cada una de ellas,
como en el caso del objeto simple, qué es lo que por naturaleza
hacer, y con cuál de ellas, y qué es lo que puede padecer,
en qué parte y por qué agente." |
Y ese método
de Hipócrates que Platón describe en esa forma tan precisa,
según Jaeger, es el mismo que también en el Fedro bautizará
más tarde (nota 4) con su "verdadero nombre" Dialéctica
(dialektikon) y a "aquellos que son capaces para hacer eso los llamo
dialécticos (dialektikoís)" (Fedro 266c), consagrando
así a Hipócrates como paradigma y primer dialéctico
de la ciencia de la historia. Ese método de las divisiones y reunificaciones
(diaireseon kaí synagogon) del que Sócrates se declara
enamorado, será denominado más tarde método dialéctico(dialektiké
méthodos – República 533 c).
LA DIALECTICA
: UNA CONCEPCION DEL MUNDO Y UN METODO PARA PENSAR
Y ahora,
ante todo, debemos precisar el sentido del significante dialéctica
que reviste múltiples significados desde el comienzo de la historia
de la filosofía, a través de una infinidad de autores, que
se extiende desde Parménides y Heráclito hasta Hegel, Marx
y Engels. Como dijimos en nuestro trabajo de 1997 en Perpignan "La concepción
órgano dinámica de Henri Ey. Paradigma dialéctico"
:
"Y bien : ¿ qué
entendemos por dialéctica? Sucintamente :
1º : una concepción
del mundo, del todo del cosmos infinito en eterno devenir.
2º : un método
de pensar, un procedimiento de razonar para llegar a la verdad, a la épistêmê".
1.- La Dialéctica
es una concepción del Ser, del Mundo, del Dasein, en un eterno proceso
de movimiento, de cambio, de transformación, nacido en la alborada
del milagro griego, por obra de dos gigantes del pensamiento : Heráclito
y Empédocles. Heráclito de Efeso, de Jonia (-550-480) el
Oscuro, el filósofo del devenir, del que Hegel (1770-1831), el más
grande dialéctico de la modernidad, dijo, veinticinco siglos más
tarde, que no había idea de Heráclito que él no compartiera,
y del que Ey, el más grande psiquiatra del siglo XX proclamara su
propio "heraclitismo". El padre de la dialéctica, Heráclito,
enunció sus dos conceptos fundamentales : el de la coexistencia
simultánea de los contrarios en todos los objetos, contrarios
en permanente conflicto, en lucha, en guerra, en mezcla y separación,
en división y síntesis; y el de devenir, dinámica
eterna de transformación y cambio : "en el eterno fluír del
universo nada es y todo deviene (panta rei)".
A su vez,
Empédocles de Akragas (Agrigento), de Sicilia (-483-430) en cuya
pareja de contrarios Filía - Neikos se inspiró Freud (1856-1938)
para su dualidad Eros – Thanatos, pulsión de vida y pulsión
de muerte (como dice en 1937 en "Análisis terminable e interminable")
. Las ideas fundamentales del siciliano son que: todo está compuesto
por la mezcla y separación de cuatro elementos primigenios, agua,
aire, fuego y tierra, que los contrarios se suceden alternadamente movidos
por las fuerzas universales originarias: la filía y la neikos,
la amistad y la discordia, la atracción y la repulsión, actuantes
desde el macrocosmos hasta el microcosmos.
Ambos filósofos
influyeron notoriamente en la teoría médica y en la praxis
que ella inspiraba. Heráclito, en los libros de la "Medicina Antigua",
el "Régimen" y "Alimentos" que transcriben casi textualmente numerosos
aforismos del efesio. La influencia de Empédocles, muy combatido
por Hipócrates en la "Antigua Medicina", es notoria en "Naturaleza
del Hombre", atribuído a Pólibo, yerno de Hipócrates,
y en "Régimen en salud".
2.- La Dialéctica
es, también, un método, un procedimiento para pensar , razonar
para alcanzar el conocimiento verdadero en las ciencias, la épistêmê.
Recordemos que para los griegos los ideales rectores de la existencia toda
eran lo bello, lo bueno y lo verdadero como dice repetidas veces Platón.
El método dialéctico, avant la lettre, dirigido sólo
a hallar la verdad, fue concebido y elaborado, empíricamente, por
Hipócrates, para el estudio de las enfermedades, método nacido
de la praxis, de la experiencia clínica. Después Platón,
inspirado en el maestro de Kos, sistematiza teóricamente el procedimiento
dialéctico empírico para aplicarlo a la retórica,
como ciencia y arte de la conducción de las almas : la psicagogia.
Lo define, lo explica, y lo ejemplifica por primera vez en el bellísimo
diálogo el Fedro con el tema fundamental de la psiquiatría,
el de la división y clasificación de la locura, a través
de los dos movimientos opuestos del método descrito por Hipócrates,
y del que Sócrates se manifiesta enamorado (Fedro 266 b) : la división
(diaireseon) y la reunión (synagogon). La diairesis(nota
5), el análisis, de lo uno a lo múltiple, divisiones
y subdivisiones sucesivas de géneros en especies, y la
synagogé,
la síntesis, de lo múltiple a lo uno, reunificaciones sucesivas
de especies en géneros, llevadas hasta una "forma única"
(Fedro 265 d), la "unidad en una forma común" (Fedro 265 e), o,
como dice Hipócrates : "una concordancia sola y única" (Epidemias
VI, 3, 12).
LOS FRAGMENTOS
DEL FEDRO
Releamos
ahora ese fragmento del Fedro (270 cd) donde Platón (por boca de
Sócrates), nos dice que "es a Hipócrates a quien hay que
creer, que ni siquiera del cuerpo se puede tratar sin recurrir a este método"
(y cuánto más de las almas). Como dice Jouanna : "Platón
toma por modelo la medicina y se refiere expresamente al método
de Hipócrates" y "Platón tomará el modelo epistemológico
de la medicina, ciencia del cuerpo, para transponerlo a la retórica,
ciencia del alma" (nota 6).
Esta relectura
nos enfrenta a la cuestión crucial que motiva este trabajo: ¿qué
leyó Platón en los textos del Corpus Hippocraticum
para que le inspirara esa famosa frase? Robin, el maestro de filosofía
de Ey, dice en la enjundiosa introducción a su traducción
del Fedro de 1951, que "este pasaje ha confundido y dividido a los eruditos
y que tantos esfuerzos divergentes parecen probar que es actualmente insoluble".
Y sin embargo
es necesario y apasionante seguir investigando hasta llegar a esclarecer
definitivamente ese enigma, y otros que también plantea el Fedro.
Siempre hay que volver a Littré, el ilustrísimo traductor
y comentarista de las Obras Completas de Hipócrates, en diez tomos
publicados de 1839 a 1861. En un estudio preliminar a la "Antigua Medicina",
considera que esa respuesta se encuentra en el parágrafo 20 de dicha
obra, opinión compartida por Gomperz. Recuerda y refuta la opinión
de Galeno, quien cree que la solución está en el mismo nombre
del libro "De la Naturaleza del Hombre". También nos dice que Platón
no citó textualmente las palabras de Hipócrates, sino que
"se inspiró en un pensamiento que había encontrado en los
escritos del médico que lo había impresionado y que había
retenido, y que se trata únicamente de este pensamiento".
Personalmente
pienso que Platón leyó varias obras de Hipócrates,
y que encontró en ellas varias ideas inspiradoras sobre las que
se basó para reelaborarlas, unas veces en forma parcial, y otras
totalmente, a veces utilizando las mismas palabras aunque no textualmente,
y esto en otros diálogos, además del Fedro. Valga como ejemplo
"el Sofista", en el cual A. Diès encuentra la definición
del ser "que no es otra cosa que dýnamis" atribuyéndola
a Hipócrates a través del Fedro (270 cd), dynamis
es la capacidad o poder de actuar o padecer. Y con respecto al texto del
Corpus Hippocraticus "La Ley", se puede decir con Jaeger de "otros conceptos
fundamentales no se sabe si proceden de la filosofía (de la naturaleza)
o si por el contrario, fueron tomados por ésta del pensamiento médico",
como también parece pensar Jouanna, vista la similitud de conceptos
de ambos textos.
El texto
platónico en el Fedro (269 d) reza :
"Sócrates : En
cuanto a la posibilidad, Fedro, de llegar a ser un perfecto atleta en este
arte es verosímil y quizás también necesaria, que
se presente aquí como en todo lo demás : si está en
tu naturaleza el ser apto para la retórica, serás un orador
estimado, si adquieres además ciencia y práctica; y si descuidas
cualquiera de estas cosas, en la misma medida, imperfecto."
Este es breve,
en cambio el texto hipocrático de "La Ley" es más extenso
y elaborado :
"El que está
destinado a adquirir conocimientos reales en medicina tiene necesidad de
reunir las condiciones siguientes : disposiciones naturales; enseñanza;
lugar favorable; instrucción desde la infancia; amor al trabajo;
larga aplicación. Ante todo hay necesidad de disposiciones naturales.
Todo es vano cuando se quiere forzar a la naturaleza; pero cuando ella
pone en el mejor camino, entonces comienza la enseñanza del arte
[tekné], que el alumno debe apropiarse por la reflexión,
el alumno tomado desde la infancia y colocado en un lugar apropiado para
la instrucción. Es necesario además consagrar un largo tiempo
al trabajo, a fin de que la enseñanza, echando profundas raíces,
procure felices y abundantes frutos" [...] "He allí las condiciones
que importa reunir para estudiar medicina, he allí el conocimiento
profundizado que hay que adquirir si se quiere, recorriendo los pueblos
para practicar en ellos, ser reputado, no solamente médico de nombre,
sino médico de hecho" (Ley, 3, 4) .
EL PARRAFO
12 DE EPIDEMIAS
Llegamos
así, finalmente, a la cuestión fundamental, el problema del
método de la medicina que Platón tomó como modelo
para la retórica, ese método de divisiones y recomposiciones
del que Sócrates se declara enamorado. Adelanto que considero que
ese método está expresado en el Parágrafo 12 de la
3ra sección de Epidemias VI, que transcribiremos textualmente más
adelante. Esa 3ra sección está constituída por unas
160 notas sueltas, muy breves, una pocas líneas, que tratan de casos
clínicos, anatomía, fisiología, semiología,
pronóstico y epistemología metodológica, reunidas
desordenadamente por algún compilador, como piensa Littré,
y cuyo autor, para Jouanna, "era un médico itinerante que pertenecía
a un grupo de médicos del círculo de discípulos de
Hipócrates". Dataría de fines del siglo V o de comienzos
del IV, en todo caso, anteriores al Fedro. Recordemos ante todo, para comprender
la comparación de ambos textos, el hipocrático y el platónico,
que el ateniense quería enseñar a Fedro la verdadera retórica
científica, la psicagogia para conducir las almas a la verdad,
el alethés logos, el discurso verdadero, y que éste
sólo conocía la retórica erística tribunalicia,
cuyo fin era ganar las discusiones jurídicas, confundiendo al adversario,
no llegar a la verdad.
Comparemos
entonces, lado a lado ambos discursos:
HIPOCRATES : Epidemias
VI, 3, 12
(Procedimiento
a seguir para hacerse una idea completa de la enfermedad particular que
se examina)
"Hacer el resumen del
modo de producción, del punto de partida, de discursos multiplicados
y de exploraciones minuciosas y reconocer las concordancias [omoiá]
de
los síntomas entre ellos, luego las discordancias [anomoióteta]
entre esas concordancias, en fin, las nuevas concordancias [omoiotes]
en esas discordancias [anomoiéteton]
hasta
que de las discordancias resulte una concordancia sola y única;
tal es el método [ódós];
de esta manera se verificará una apreciación exacta y se
encontrará el defecto de una apreciación viciosa" (Littré).
|
PLATON Fedro,
262 ab
"Sócrates : es
necesario, pues, si se debe engañar al otro, pero sin ser uno mismo
víctima del engaño que se conozcan a fondo muy exactamente
las similitudes [omoiótetá]
de
la realidad y sus disimilitudes [anomoiótetá]
[...] En consecuencia ¿será lo mismo, para cada cosa cuya
verdad se ignora, discernir en las otras las similitudes [nomoiótetá]
de la cosa ignorada sea ésta pequeña o grande? [...] Es pues
posible que se tenga el arte [teknikós]
de
operar un cambio poco a poco, usando similitudes
[omoioteton]
para hacer, en cada caso, pasar de la realidad a su contrario" (Robin).
265e : la unidad de una
forma común
266a: una especie naturalmente
única
266b : la unidad natural
de una multiplicidad
|
CONCLUSION
Estimo que
la lectura cuidadosa y reflexiva del Fedro, especialmente desde 262 hasta
272 demuestra que el método que se atribuye a Hipócrates,
es auténticamente el método dialéctico que se lee
en Epidemias VI, y aún más, que el verdadero método
dialéctico para llegar a "una concordancia sola y única",
es un reiterado ir y venir de divisiones y reunificaciones, una espiral
dialéctica ascendente, un permanente zig-zag de discursos multiplicados
como se lee en el texto del maestro de Kos. Y aún más, el
método dialéctico de Hipócrates anticipa no sólo
la dialéctica de Platón, sino también la de Hegel,
en sus tres momentos : afirmación, negación y negación
de la negación, o Tesis, Antítesis y Síntesis, en
el que el "procedimiento", como dice Littré, opera por concordancias
o similitudes (tesis) y discordancias o disimilitudes (antítesis)
hasta llegar a una concordancia sola y única (síntesis).
Y agreguemos que ese método es válido para todas las ciencias.
El Fedro
es un riquísimo tesoro con múltiples vetas todavía
inexploradas, especialmente sobre las relaciones entre la filosofía,
medicina y psiquiatría. En 265 se ejemplifica el método dialéctico
con el tema de la locura, sin llegar, no obstante a la síntesis
final. En 266 se da nombre al método : Dialéctica, y a aquellas
capaces de practicarlo. Sócrates los llama dialécticos, a
los que "persigue yendo tras sus huellas como tras las de un dios". Hipócrates
es, entonces, el primer dialéctico de la historia de las ciencias,
y el creador del método que Platón llama, "con su verdadero
nombre", dialéctica, como lo dice Fedro.
Todos los
años, desde 1985, comienzo mis lecciones en el Curso de Postgrado
de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Córdoba, con
la lectura y comentario (la lectio escolástica) de los fragmentos
262 a 272 del Fedro, en las que los conceptos relativos al método
dialéctico, la psicagogia, la clasificación de las
almas y los discursos apropiados para cada una de ellas, se aplican perfectamente
a la psiquiatría, concluyendo como docente que se dirige a sus discípulos
que terminan sus estudios, que :
"Es preciso después,
una vez que se ha reflexionado suficientemente sobre estas cosas, observarlas
en la práctica y poder seguirlas rápidamente con los sentidos
despiertos, a no ser que no quede ya nada de las lecciones que escuchó
en la escuela. Pero cuando sea capaz de decir satisfactoriamente qué
clase de hombre es persuadido por cada clase de discursos, y al encontralo,
se es capaz de ver claro en él y de decirse a sí mismo :
"Este es el hombre y esta la naturaleza a la que se referían aquellas
lecciones, que ahora se halla realmente delante de mí, y se le deben
decir estos discursos determinados y de este modo determinado para poder
persuadirle de estas cosas determinadas" (Fedro 271 d-e).
BIBLIOGRAFIA
ARISTOTE:
L´homme
de génie et la Mélancholie, Le Problème XXX, Rivages,
1988.
DIÈS
A. : La Définition de l´Être dans le Sophiste de
Platon.
DUMONT J.P
: Les écoles présocratiques. Folio, Gallimard, 1991.
EY H. :
Des
idées de Jackson à un modèle organodynamiste en psychiatrie,
Privat, 1975.
EY H. :
Etude Nº 2, Ritme Mécano-Dynamiste, Etudes Psychiatriques,
TI, Desclée de Brower Paris, 1948.
GOMPERZ
T. : Pensadores Griegos. Edit. Guarania, Buenos Aires, 1951.
HIPPOCRATE
: Oeuvres Complètes. Trad. Littré. T.I.V. Baillière,
1839 –1846.
JAEGER W.
: Paideia.
Los ideales de la cultura griega, F.C.E., México
1978.
JASPERS
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JOUANNA
J.: Hippocrate, Fayard, Paris, 1991.
LAIN ENTRALGO
P.: La Medicina Hipocrática. Alianza. Edit. Madrid, 1982.
MAHIEU E.L.:
La conception organo-dynamiste, in Henri Ey. Psychiatre du XXI Siècle"
L´Harmattan, 1998.
PLATON :
Phèdre,
trad. Robin, Les Belles Lettres, 1951.
PLATON :
Phèdre,
trad. Robin, La Pléiade, N.R.F., Gallimard 1950.
PLATON :
Fedro,
trad. María Araujo. Edit. Aguilar, Bs. As., 1982.
PLATON :
Fedro,
trad. Luis Gil. Edit. Hyspamerica, Bs. As., 1983.
PLATON :
Fedro,
trad. E. Lledó Iñigo, Edit. Planeta, Barcelona 1997.
ROBIN L.
: Phèdre, Notice in Phèdre, Les Belles Lettres, 1951.
Otros
textos relacionados : Hippocrate. Maladie Sacrée, Maladie Unique.
NOTAS
1
Theodor Gomperz (1832-1912) Profesor de Historia de la Filosofía
Antigua de la Universidad de Viena: Pensadores Griegos : 1er Tomo 1893-1901
.- 2º Tomo 1902.- 3er Tomo 1902-1910.-
2
Werner Jaeger (1881-1961) filósofo, filólogo e historiador,
profesor en Basilea, Kiel y Berlin, y luego en California, Chicago y Harvard.
Autor de Paideia, 1933.
3
Discurso persuasivo que Gorgias de Leontini en Sicilia, sofista, inventor
de la retórica, dirigía a los pacientes de su hermano médico
Heródico, como él mismo lo dice en el diálogo platónico
de su nombre: "En muchas ocasiones yo, yendo con mi hermano o con otros
médicos junto a un enfermo que no quería tomar las medicinas
o dejarse operar o cauterizar por el médico, sin que éste
lo pudiera convencer, yo lo conseguí no con otro arte sino con la
retórica" (Gorgias 456 b). Ahora somos los médicos y especialmente
los psiquiatras los que tenemos que ejercer las dos funciones : la médica
de diagnosticar y tratar y la filosófica retórica de pronunciar
el discurso persuasivo de la psicagogía y la psicoterapia.
4
Decimos más tarde considerando que Hipócrates (-460 - 370)
es una generación anterior a Platón (-427 - 348), y que la
frase de Hipócrates que creemos describe el método dialéctico
antes que Platón, como veremos luego, es de Epidemias VI, circa
- 400, y el Fedro fue escrito circa - 366, es decir más o menos
treinta años más tarde, ya muerto Hipócrates .
5
Quizás los primeros atisbos del método dialéctico
se encontrarían en Heráclito : el fr.1 dice "... palabras
y obras cuales yo puntualizo, analizando (diaireon) cada una según
su naturaleza y explicando cómo es". El fr.114 dice "...ley divina
ordena tanto como quiere, basta para todas las cosas y las sobrepasa (perigignesthai)".
Dumont en "Las escuelas presocráticas" señala la analogía
de esta última palabra con la alemana Aufhebung, que, en
Hegel equivale a negar, conservar y superar, que sería la síntesis
de la tríada tesis, antítesis y síntesis de Kant.
6
Pero ahora la Medicina es, también, además de la Ciencia
del alma, la Medicina del alma, la Psiquiatría, la Psychiatriké,
por lo que los psiquiatras debemos ser, también, retóricos,
como Gorgias.
|